Ace

Las predicciones eran que el felino
no sobreviviría mucho pero, con cariño y cuidados, Ace superó el
peligro de morir y aprendió a trepar, saltar y jugar con Nuku-Nuku y
los otros gatos de la pandilla a medida que éstos iban llegando.Gracias a sus habilidades de masajista y a las propiedades curativas de su fuerte ronroneo, Ace se convitió en el doctor de la familia.
Sus
dueños también descubrieron que Ace estaba casi totalmente sordo,
lo cual explicaba los fuertes maullidos del minino. Debido a su
trauma, Ace siempre actuaba en forma errática: se perseguía la cola
y caminaba como marchando, al tiempo que movía la cabeza en formas
muy peculiares, que mucha gente comparaba a la forma en que las
serpientes mueven su cabeza.

Si desea leer este relato o el poema, los puede encontrar en el libro Gatohólicos Anónimos.
Que dicha que apesar de su discapacidad física tuvo un verdadero hogar
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